Lidiar con la pérdida de tu empleo

Siente tus emociones

Puede ser tentador bloquear tus emociones en este desafiante momento, pero tomar una pausa para reconocer tus emociones sin juicios de valor es realmente importante.

Date tu tiempo para procesar cómo te sientes. Es vital no tener miedo de explorar estos sentimientos y luego buscar maneras de ayudarte, para sentirte mejor con ellos. Está bien sentirse triste, ya que pasas por un momento muy duro. Sin embargo, ahora estas bien. 

Escribir tus pensamientos y sentimientos puede ser una manera útil de desahogarte y obtener claridad sobre lo que estás experimentando. Mantener relaciones de apoyo también es clave. Para ello busca apoyo y conversa con los que se encuentran en tu entorno, sobre todo sobre lo que estás pasando. No te quedes con la sensación de que no puedes hacer eso, porque podría haber alguien que esté peor que tú. Ese podría ser el caso, pero sigue siendo importante que realmente te preocupes por ti mismo.

Es posible que te resulte útil obtener el apoyo de un profesional de salud mental o tener acceso a un asesor en caso de padecer depresión por perder el trabajo.

Evalúa tu posición

Ser proactivo acerca de cómo trabajar tus opciones y qué hacer a continuación puede ayudarte a sentirte más empoderado. Puede ser prudente averiguar cuánto tiempo durarán tus ahorros, cómo puedes reducir los gastos y si tienes algún apoyo financiero gubernamental o privado al que puedas acceder. También puedes hablar con un asesor financiero.

Cultiva un sentido de propósito 

Perder tu trabajo le quita la estructura que solían tener tus días, pero mantenerte productivo y traer un nuevo sentido de propósito puede ayudar a sentirte más cómodo. El trabajo que perdiste aportaba diferentes cualidades a tu rutina diaria, algunas buenas, otras malas.

Por ello, trabaja en lo que deseas conservar y encuéntralos en otras actividades diarias, al mismo tiempo que evites traer los aspectos negativos de vuelta a tu vida, como extensas jornadas de trabajo, incapacidad para dejar de lado lo laboral y no pasar tiempo con la familia.

Cuando todo esto pasa, podemos mirar hacia atrás y pensar: “Hice la limpieza de la casa” o “Tengo ese curso de estudio en línea que siempre he querido hacer”. Será muy agradable tener la oportunidad de mirar hacia atrás y decir: “Usé ese tiempo para mi beneficio”.

Cuídate

Es importante mantener tu bienestar y reducir tus niveles de estrés por pérdida de trabajo haciendo ejercicio, comiendo bien y durmiendo lo suficiente. Las estrategias de relajación como meditar, leer una novela, escuchar música y hablar con alguien en quien confías a través del chat también pueden ser útiles.

Concéntrate en lo positivo

Trate de mantener una perspectiva esperanzadora en lugar de dejar que la preocupación te consuma tras perder el trabajo. Aunque es posible que no tengas el control de lo que está pasando, todavía tienes control sobre cómo respondes a ella.

Es recomendable que te centres en algunos de los aspectos positivos de la situación. Tendrás tiempo para ti, para llamar por teléfono a personas con las que no hemos hablado por un tiempo, de pasar tiempo en casa con la familia y los hijos. Piensa en factores como ¿Desde cuándo no has pasado semanas en casa con tus hijos viéndolos crecer? Ver lo que hacen para entretenerse y tratar de averiguar cosas que pueden hacer juntos. Todo eso te ayudará a relacionarte más con tu familia.