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Lesiones de rodilla

lesiones de rodilla, dolor e inflamación por correr

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Las lesiones de rodilla son comunes, especialmente al realizar algún deporte. Las más comunes son las que se producen en los tejidos blandos (ligamentos y tendones). Sin embargo, también es posible que los huesos se dañen. En este artículo trataremos las lesiones más comunes, así como las causas y dolores que provocan cada una de ellas y finalmente su tratamiento y prevención.

El dolor de la rodilla

¿Qué causa el dolor de rodilla?

El dolor de rodilla es una causa frecuente de visita a consultas médicas y puede afectar a personas de todas las edades.

Además, este dolor puede ser la consecuencia de una lesión en un ligamento, en un tendón o en el cartílago, pero también puede ser un síntoma más de una infección o de una enfermedad como la artritis o la gota.

El grado y tipo de dolor y su situación varían, dependiendo del motivo que lo origina, por lo que a menudo puede ser un buen indicador del tipo de lesión subyacente.

Lesiones más frecuentes de rodilla

Tipos de lesiones de rodilla

Las lesiones más comunes que cursan con dolor en la rodilla son las siguientes:

  • Esguince de rodilla: uno o varios ligamentos se estiran demasiado a causa de una torcedura o un tirón. Debido a ello, el ligamento se puede desgarrar o romper
  • Desgarro: un tendón o un músculo se estira demasiado
  • Lesión de menisco (daño al fibrocartílago): el fibrocartílago es un disco en forma de media luna llamado menisco, que funciona como "amortiguador" de la rodilla. Si se rompe el menisco sentirás dolor al torcer o girar la rodilla, hinchazón, rigidez y dificultad para estirarla, entre otros síntomas
  • Bursitis de rodilla: También hay lesiones que afectan a las bolsas sinoviales. Estos sacos están rellenos de líquido y se encargan de amortiguar la parte exterior de la articulación
  • Uso excesivo de la rodilla: esta lesión de rodilla por desgaste es muy común en corredores
  • Lesiones en los ligamentos de la rodilla: muy frecuentes en deportes cuya práctica exige cambios frecuentes de ritmo y dirección, por ejemplo, en futbolistas. Una rotura de ligamentos implica, en términos generales, pérdida de estabilidad, un dolor intenso al momento de producirse, inflamación y sensación de bloqueo


Lesiones en los ligamentos de la rodilla

Los ligamentos conectan los huesos entre sí. Los que están por fuera de la articulación de la rodilla se denominan ligamento lateral interno y ligamento lateral externo. Estos sustentan la rodilla, proporcionando estabilidad y limitando el movimiento lateral. El ligamento lateral interno es un ligamento fuerte; sin embargo, puede sufrir un esguince o romperse por completo si la pierna estirada se tuerce al mismo tiempo que se mueve bruscamente hacia un lado. 

El ligamento lateral externo es una especie de cordón delgado y fuerte que recorre la parte externa de la rodilla, y conecta la base del fémur a la cabeza del peroné (uno de los huesos de la parte inferior de la pierna).  En general, no se daña solo, pero es posible que haya que repararlo si te has dañado otros ligamentos.

Diagrama de una rodilla, ligamentos, menisco y rótula, Lesiones en los ligamentos de la rodilla
Las lesiones de los ligamentos lateral interno y lateral externo pueden clasificarse de la siguiente forma:

  • de primer grado: es un esguince sin desgarro del ligamento
  • de segundo grado: es un desgarro parcial del ligamento
  • de tercer grado: es un desgarro total del ligamento

Los ligamentos que están en el interior de la articulación de la rodilla se denominan ligamento cruzado anterior y ligamento cruzado posterior. Se denominan “cruzados” porque están en forma de cruz. 

El ligamento cruzado anterior cruza por delante del ligamento cruzado posterior. Estos ligamentos de la rodilla proporcionan estabilidad a la rodilla en diferentes posiciones, especialmente cuando la articulación de la rodilla se mueve hacia adelante y hacia atrás.

Otras lesiones de los tejidos blandos

Los demás tejidos blandos que recubren la rodilla también pueden lesionarse. Se denominan “blandos” todos aquellos tejidos del cuerpo que no son huesos.

Si practicas algún deporte que implique hacer girar la parte superior de la pierna mientras el pie queda fijo en el suelo puede desgarrarse el cartílago de la rodilla. A medida que la persona envejece, el cartílago se va desgastando (se degenera), lo cual aumenta la probabilidad de desgarros, incluso con lesiones mucho menores.

El uso excesivo de la rodilla también puede dar lugar a que el tendón rotuliano se desgarre. El tendón rotuliano conecta la rótula con los músculos del muslo.

Otras lesiones de rodilla

También existen otra serie de lesiones que pueden originarse por problemas de rodilla mecánicos o por alguno de los múltiples tipos de artrosis existentes.

De tipo mecánico:

  • Cuerpo suelto: Cuando se desprende algún trozo pequeño de hueso o cartílago. Es posible que no genere ningún tipo de dolor de rodilla si no afecta a la articulación de la rodilla
  • Dislocación: Cuando el hueso frontal de la rodilla se desplaza hacia el exterior de la misma
  • Dolor en otras articulaciones: También puede producirse un dolor de rodilla cuando esta se fuerza debido a problemas anteriores en otras articulaciones como la cadera. Debido a esto se modifica la forma de andar y se fuerza la rodilla

De tipo artrítico, aunque existen muchas más, estas son los problemas de rodilla más recurrentes:

  • Artrosis: Originado por el propio desgaste del cartílago de la rodilla debido al paso del tiempo y el uso. Origina un dolor que se acentúa al levantarse, tras estar un tiempo sentado
  • Gota y seudogota: La gota no es otra cosa más que la acumulación de cristales de ácido úrico en la rodilla. Si la acumulación es de cristales de calcio en el líquido sinovial, entonces se trata de seudogota
  • Artritis reumatoide: Se trata de una enfermedad auto inmune y crónica, que puede afectar a cualquier articulación del cuerpo

Síntomas de las lesiones de rodilla

Los síntomas asociados a la mayoría de las lesiones de los ligamentos de la rodilla son similares, independientemente de cuál sea el que se haya dañado.

Si sientes dolor en la rodilla, inflamación, inestabilidad o has notado que “algo ha estallado o se ha roto” en tu rodilla, consulta con tu médico de cabecera o fisioterapeuta.

Los síntomas de lesión de rodilla pueden incluir los siguientes:

  • Dolor en la rodilla
  • Inflamación, generalmente por la acumulación de líquido en la rodilla
  • Inestabilidad en la rodilla, puedes sentir que la rodilla está endeble o se te traba
  • Es posible que experimentes la sensación de que algo estalla o se rompe al producirse la lesión, e incluso que escuches un ruido seco
  • También pudiera ser que no logres apoyar correctamente la pierna afectada ni recargar el peso total de tu cuerpo sobre ésta

Si se dañó el cartílago de la rodilla, no sentirás dolor directamente; sin embargo, podrías experimentar cierto grado de dolor en la rodilla o molestia a consecuencia de la inflamación que produce la lesión. 

El dolor pudiera presentarse en la parte interna o externa de la articulación de la rodilla (según la rodilla en que se haya dañado el cartílago), y es posible que haya cierta inflamación.

Si tienes alguno de estos síntomas, consulta a tu médico de cabecera o fisioterapeuta.

Causas de las lesiones de rodilla

Puedes lesionarte la rodilla en los siguientes casos:

  • Si la rodilla recibe un impacto o se desplaza fuera de su rango habitual de movimiento, por ejemplo, si te caes o “aterrizas” en una posición forzada
  • Si practicas un deporte que implica correr, saltar y detenerse, realizando cambios rápidos de dirección, por ejemplo, el fútbol
  • Si padeces de una enfermedad tal como la osteoartritis o la gota, o si tienes mucho sobrepeso
  • Si te golpeas las rodillas contra el tablero de instrumentos en un accidente automovilístico (las lesiones del ligamento cruzado posterior se conocen también como "lesiones de tablero de auto", ya que es la forma en que suelen producirse)

Diagnóstico de las lesiones de rodilla

Tu médico de cabecera o fisioterapeuta te preguntará cuáles son tus síntomas y te examinará. Durante el examen, el médico podrá palpar la articulación, presionando suavemente la rótula para determinar si hay acumulación de líquido, en particular si la rodilla no muestra gran inflamación. 

Tu médico de cabecera o fisioterapeuta te pedirá que describa cómo se produjo la lesión, dónde te duele y qué tipo de dolor sientes.

Además, podrás examinar tu rodilla flexionándola y extendiéndola, así como moviendo la pierna en diferentes posiciones mientras permaneces acostado o sentado, a fin de determinar si hay alguna lesión en los ligamentos o los tejidos blandos. 

Tu médico de cabecera o fisioterapeuta podría pedirte que realices movimientos tales como dar un paso, agacharse o brincar.

Es posible que se te indique realizar otros exámenes en un hospital o una clínica. Estos pudieran incluir un estudio de resonancia magnética (MRI), un ultrasonido o, en ocasiones, una radiografía. 

Estos exámenes podrían ayudar a  diagnosticar lesiones más graves o complicadas.

Tratamiento de las lesiones de rodilla

Los tratamientos que recibirás dependerán del tipo y de la gravedad de la lesión que tengas. 

¿Qué puedes hacer si tienes una lesión de rodilla?

Para tratar cualquier tipo de lesión en los tejidos blandos de la rodilla, utiliza el método “PRICE”. El método PRICE, por sus siglas en inglés, significa lo siguiente:

  • Protección (Protection). Protege tu lesión de daños mayores
  • Reposo (Rest).  Reposa durante los dos o tres primeros días; posteriormente, reanuda poco a poco el movimiento para no perder demasiada fuerza muscular
  • Hielo (Ice). Aplícate compresas frías (por ejemplo, hielo o una bolsa de guisantes congelados envuelta en una toalla) para reducir la inflamación y los moretones. No apliques el hielo directamente sobre la piel, porque puede dañarla
  • Compresión (Compression). Comprime la articulación con vendas para contener la lesión y ayudar a reducir la inflamación
  • Elevación (Elevation). Eleva la rodilla apoyándola por encima del nivel del corazón y mantenla firme

Hay ciertas cosas que deberás evitar durante los tres primeros días después de haberte lesionado, para no dañarte más la rodilla.

Evita masajear la rodilla lesionada los tres primeros días tras la lesión. Esto puede ocasionar más inflamación o sangrado.

Debes evitar lo siguiente:

  • El calor. Esto incluye tomar un baño caliente o usar una bolsa térmica.
  • El alcohol. Consumir bebidas alcohólicas puede aumentar el sangrado y la inflamación en la zona afectada.
  • Correr o realizar otros tipos de ejercicio.
  • Masajear la rodilla lesionada. Esto puede ocasionar más inflamación o sangrado.
  • Es posible que debas usar muletas o una rodillera para asegurarte de que la rodilla afectada no reciba todo el peso del cuerpo.

Medicamentos para lesiones de rodilla

Puedes comprar analgésicos tales como el paracetamol o el ibuprofeno para tratar el dolor leve y moderado de tu rodilla. Si el dolor es agudo, tu médico de cabecera podría recetarte analgésicos más fuertes. 

Además de aliviar el dolor, los analgésicos pueden reducir la inflamación y la hinchazón. Lee siempre el prospecto de información al paciente que viene con el medicamento, y si tienes preguntas, consulta a tu farmacéutico o médico.

El fisioterapeuta desarrollará un programa de ejercicios de rehabilitación para fortalecer la rodilla y estirar los músculos gradualmente. Estos ejercicios variarán según el tipo y la gravedad de la lesión que tengas.  El fisioterapeuta también puede emplear diversas técnicas para que la rodilla se sane más rápido.

En ciertas ocasiones, durante la rehabilitación se utilizan rodilleras, por lo general cuando la lesión ha sido grave.

Cirugía de rodilla

En algunos casos, es posible que se requiera cirugía para reparar el daño sufrido por la rodilla.

Esto suele suceder en los siguientes casos:

  • Si te has desgarrado el ligamento lateral externo
  • Si te has dañado el ligamento cruzado anterior y practicas deportes con frecuencia, o si te has desgarrado también el cartílago o el ligamento lateral interno
  • Es posible que necesites una cirugía reconstructiva, la cual consiste en tomar un injerto del tendón (por lo general, de la rótula) para reemplazar el ligamento dañado
  • Si el daño abarca más de un ligamento o tejido de la rodilla
  • Si te has desgarrado el tendón rotuliano
  • Si sigues sintiendo dolor en la rodilla, o si ésta se traba debido a una lesión del menisco

En el último de los casos, puede ser necesaria una cirugía de reemplazo de rodilla.

Prevención de las lesiones de rodilla

Existen algunas precauciones que puedes tomar para tratar de disminuir el riesgo de dañarte los ligamentos de la rodilla.

Además, muchos tipos de dolores de rodilla leves responden muy bien a este tipo de cuidados.

  • Haz ejercicios con frecuencia para mantenerte en buena forma. Esto hará que tus músculos de la rodilla estén más fuertes y puedan sostener mejor las articulaciones, incluidas las rodillas. Si no has realizado ninguna actividad durante cierto tiempo, comienza poco a poco y gradualmente aumenta la intensidad del ejercicio
  • Dedica de 5 a 10 minutos al calentamiento antes de hacer ejercicio, para aumentar el flujo sanguíneo a los músculos y reducir la posibilidad de sufrir una lesión
  • Muchos profesionales del deporte aconsejan estirar los músculos de la rodilla después del calentamiento y, nuevamente, después del enfriamiento; sin embargo, los beneficios del estiramiento antes o después del ejercicio no están comprobados

Respondemos tus preguntas

Me hice un esguince en un ligamento de la rodilla. ¿Cuánto tardará en sanarse?

Respuesta

El tiempo que tu esguince requerirá para sanar depende de la parte en que se haya dañado la rodilla y de la gravedad de la lesión. Si el esguince fuera leve, es probable que demore entre tres y seis semanas en sanarse. Si la lesión fuera más grave, y según si requiriera o no cirugía, la recuperación completa podría tardar entre dos y doce meses.

Explicación

La mejor forma de ayudar a que tu lesión sane es seguir el método PRICE inmediatamente después de haberla sufrido.  PRICE (por sus siglas en inglés) significa protección, reposo, hielo, compresión y elevación. Si tus síntomas no ceden, o si el dolor y la inflamación de la rodilla se intensifican, consulta a tu médico acerca de la posibilidad de recurrir a la fisioterapia o a otro tratamiento.


¿Qué analgésicos son mejores para las lesiones de rodilla?

Respuesta

Consulta a tu farmacéutico o médico de cabecera  con respecto a los medicamentos disponibles y a cuáles se ajustan mejor a tus necesidades.

Explicación

El paracetamol puede aliviar un poco el dolor. En caso de que éste no logre calmarte el dolor, tu médico de cabecera podrá sugerirte un analgésico más fuerte llamado codeína. También pudieras usar un antiinflamatorio (por ejemplo, ibuprofeno) en forma de crema o gel que se aplique directamente sobre la piel. Además, podrás tomar antiinflamatorios en tabletas, pero deberás esperar hasta 48 horas de haber sufrido la lesión para comenzar a hacerlo. Esto se debe a que las tabletas antiinflamatorias pueden retrasarte el proceso de sanación si las tomas inmediatamente después de haberte lesionado.
 
Algunas personas no pueden usar ibuprofeno ni otros antiinflamatorios no esteroideos (AINE), o bien deben hacerlo con precaución. Los AINE tienen efectos secundarios en el sistema digestivo, lo que puede representar un riesgo mayor en personas de la tercera edad. Si tienes asma, también debes usar los AINE con cuidado. Consulta a tu farmacéutico o médico de cabecera con respecto a los medicamentos que se ajustan mejor a tus necesidades. Si tu dolor es agudo, es posible que tu médico deba recetarte un antiinflamatorio más fuerte u otro tratamiento.


¿Puedo aplicarme un analgésico en gel o spray directamente en la piel, en lugar de tomar tabletas? ¿Es eficaz?

Respuesta

Los analgésicos antiinflamatorios no esteroideos pueden usarse en forma de gel, crema o spray y aplicarse directamente en la piel. Este tipo de analgésico puede aliviarte el dolor durante la primera semana después de haberte lesionado. Si el dolor continúa después de ese plazo, otros tipos de analgésicos pueden resultarte más eficaces.

Explicación

Los antiinflamatorios no esteroideos (AINE), tales como el ibuprofeno, pueden aliviar el dolor y la inflamación causados por un desgarro o esguince en la rodilla. 

Los AINE (por ejemplo, el ibuprofeno y el ketoprofeno) están disponibles en gel, crema o spray que puedes aplicarte directamente en la piel mediante un suave masaje, y también en forma de tabletas o cápsulas que se toman por vía oral.
 
Algunos AINE en forma de gel o spray pueden adquirirse en la farmacia, y otros se venden con receta médica.  Estos tipos de analgésicos funcionan en casos de esguinces y desgarros, y pueden aliviar el dolor durante una semana después de producida la lesión. 

A medida que la lesión empieza a sanar, y el dolor y la inflamación a ceder, los analgésicos que se aplican en la piel van perdiendo eficacia.
 
Si presentas un riesgo particular de sufrir efectos secundarios en el sistema digestivo (efectos secundarios gastrointestinales) debido a los AINE en forma de tabletas o cápsulas, es posible que una buena alternativa sea usarlos en gel, crema o spray, pero consulta primero a tu farmacéutico o médico de cabecera.

Si te han dicho que no puedes tomar AINE en forma de tabletas (por ejemplo, por ser alérgico a estos o por tener asma), no deberás usarlos en forma de crema, gel ni spray. No uses estos productos si tienes la piel lacerada.


¿El árnica puede ayudarme a aliviar mi lesión de rodilla?

Respuesta

Es poco probable. No hay evidencia convincente que indique que el árnica ayuda en casos de esguince y desgarro.

Explicación

El árnica suele promocionarse como tratamiento para aliviar las lesiones en los tejidos blandos, tales como esguinces y desgarros. Está a la venta como remedio naturista (generalmente en forma de aceite), y también como medicamento homeopático.

No se han realizado estudios sobre remedios naturistas que contengan árnica. Se ha estudiado el árnica como medicamento homeopático para esguinces y desgarros.

Sin embargo, estos estudios no revelan evidencia convincente alguna de que el árnica ayude con los esguinces y desgarros.


¿Es más probable que haya sufrido una lesión en la rodilla debido a mi osteoartritis?

Respuesta

En ocasiones, la osteoartritis puede ocasionar debilidad muscular en la rodilla y, por tanto, ejercer mayor presión sobre los ligamentos.

Explicación

En ocasiones, la osteoartritis que afecta la rodilla puede dañar los ligamentos y los músculos. Si esto ocurre, a veces la articulación de la rodilla puede “fallar”. Sin embargo, si te mantienes activo y ejercitas regularmente la rodilla, podrás evitar que se produzca este tipo de lesión. 

Existe cierta evidencia que demuestra que el ejercicio también puede reducir el dolor que produce la osteoartritis de rodilla, así como prevenir la discapacidad a largo plazo.
 
Es posible que se le indique que pruebe con una combinación de diferentes tipos de ejercicio. Los ejercicios de fortalecimiento reforzarán los músculos que rodean las articulaciones, y esto, a su vez, ayudará a estabilizar las mismas y a aliviar el dolor. Asimismo, trata de hacer algunos ejercicios aeróbicos: cualquier cosa que te aumente la frecuencia cardíaca y te haga perder un poco el aliento. 

Este tipo de ejercicio puede aliviarte el dolor, así como mejorar tu estado general de salud y bienestar. A su vez, la actividad aeróbica te ayudará a perder peso o a controlarlo, con lo cual reduce las posibilidades de que tus problemas de rodilla empeoren en el futuro.
 
Los ejercicios de rango de movimiento y los de estiramiento también son importantes para mantenerse flexible y con buena movilidad. Esta clase de ejercicio consiste en mover las articulaciones en todo su rango de movimiento,  tratando de llevarlas un poco más allá del límite.
 
Además de mantenerte activo en general, tu fisioterapeuta también pudiera aconsejarte que hagas algunos ejercicios específicos para la rodilla; estos se denominan ejercicios musculares para cuádriceps o muslos. Los cuádriceps son los músculos situados en la parte delantera de los muslos, que se debilitan a causa de la osteoartritis. 

Por este motivo, es importante ejercitarlos y fortalecerlos. De esta manera, puedes reducir el dolor y conservar la mayor movilidad posible. Este tipo de ejercicios incluye elevar las piernas extendidas y estirar y contraer los músculos.
 
Es importante que te asesores acerca de los tipos de ejercicios que se ajustan mejor a tus necesidades. De este modo, no forzarás los músculos y las articulaciones en forma individual, lo que pudiera ocasionarte lesiones y problemas a largo plazo. 

Tu médico de cabecera te referirá a un fisioterapeuta, a un enfermero especializado o a un reumatólogo (un especialista que se ocupa del sistema musculo-esquelético, las articulaciones y los tejidos circundantes), quien te brindará asesoramiento especializado.

Más información

Chartered Society of Physiotherapy (Sociedad Colegiada de Fisioterapia)
www.csp.org.uk

Fuentes

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  • Sprains and strains. Clinical Knowledge Summaries. www.cks.nhs.uk
  • Diagnosis and management of soft tissue knee injuries: internal derangements. New Zealand Guidelines Group. www.nzgg.org.nz
  • MacAuley D. Oxford handbook of sport and exercise medicine. 1st ed. Oxford: Oxford University Press
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  • Baker B, Lubowitz J. Meniscus injuries. eMedicine. www.emedicine.medscape.com
  • Starting to exercise. Bandolier. www.medicine.ox.ac.uk
  • Herbert RD, de Noronha, M. Stretching to prevent or reduce muscle soreness after exercise. Cochrane Database of Systematic Reviews, Número 4. Art No.: CD004577. DOI: 10.1002/14651858.CD004577.pub2, www.cochrane.org
  • Khan KM, Scott A. Mechanotherapy: how physical therapists’ prescription of exercise promotes tissue repair. British Journal of Sports Medicine;43:247–52.

Esta información fue publicada por el equipo de Bupa de información sobre la salud, y está basada en fuentes acreditadas de evidencia médica. Ha sido sometida a revisión por pares, por parte de médicos de Bupa. Este contenido se presenta únicamente con fines de información general y no reemplaza la necesidad de consulta personal con un profesional de la salud calificado.
 
Fecha de revisión: 2021